martes, diciembre 22, 2015

55 razones (personales) por las que vivir

Ésta es una lista desordenada de razones (personales) por las que creo que merece la pena vivir. Insisto: el orden no es importante, así que no le presten demasiada atención. Lo que de verdad importa es el sentimiento que transpira y que evoca cada razón de la lista. Por si les pica la curiosidad y quieren echarle un vistazo, espero que la disfruten, por lo menos, lo mismo que la he disfrutado yo:

1. La inspiración para escribirte este poema.
2. El "Y sin embargo", del mejor Joaquín Sabina.
3. Claudia Cardinale, toda ella, en "Hasta que llegó su hora", de Sergio Leone.

4. La fuerza que esconde esta escena de "Star Wars".
5. La voz de Mariza.
6. La lente que Stanley Kubrick le pidió a la NASA para el rodaje de Barry Lindon.

7. Los tortazos de Bud Spencer.
8. Los pinchos que sirven en la "Traska Truska". Y también los del "Pepet 2", desde luego.
9. El laberinto de personalidades que son los heterónimos de Pessoa.

10. El inconfundible estilo de los artículos de Gabriel Magalhaes.
11. Lawrence de Arabia y todo su reparto: Peter O'toole, Alec Guiness, Anthony Quinn, Omar Sharif, Jack Hawkins, José Ferrer...

12. Las patatas bravas, en todas sus variantes.

13. El sabor épico del Theology/Civilization, de Basil Poledouris, un tema de la BSO de Conan el Bárbaro.

14. El olor de las calles cuándo llega (cuándo llegaba) el frío en otoño.

15. Los años 80 y 90 del entretenimiento electrónico. Lo retro mola.

16. La ilusión infantil que despiertan los Reyes Magos: Baltasar, Melchor y Gaspar. En ese orden.

17. El canto a la nostalgia que supone la escena final de Cinema Paradiso.

18. La pluma de Adam Johnson en "El huérfano", porque a veces el horror también es un motivo para vivir.

19. El campanario y el descomunal claustro de la Seu Vella, en Lleida.

20. Aunque sea un clásico, las lágrimas en la lluvia de Rutger Hauer en Blade Runner (y toda la BSO de Vangelis que acompaña el film).

21. La comida italiana.
 
22. Conducir durante kilómetros y kilómetros sin pensar en casi nada.

23. La primera lectura, siendo adolescente, de "El juego de Ender", de Orson Scott Card.  
 
24. Los buenos discursos políticos. Por ejemplo, éste.

25. La East Side Gallery, en Berlín.

26. El gol de Nayim al Arsenal.

27. El vino de Oporto: blanco, ruby, tawny...

28. Las tormentas de verano (bajo techo).

29. El zahir y el aleph, ambos de Borges. 
 
30. El Grand Bazaar de Estambul, un fabuloso caos de callejones y tiendas por doquier.

31. La pronunciación de café, en el "Morena mía" de Miguel Bosé.

32. Ganar unas elecciones.

33. Ser capaz de entender porqué has perdido unas elecciones.

34. El talento para escribir relatos fantásticos de Robert E. Howard.

35. Los padres, los abuelos, los tíos y primos... la familia, vamos. 

36. La amistad, concretada sobretodo en mis mejores amigos, y todas las risas que he compartido con ellos.

37. Los rincones del Born, en Barcelona.

38. El sabor del buen whisky.

39. La mejor poesía hispana y latinoamericana.

40. Cudillero y sus casas amontonadas junto a la costa.

41. Las lecciones de los mejores profesores que he tenido en mi vida.

42. La ascensión a la cúpula de Brunelleschi, en Florencia. 

43. La película documental "When we were kings", sobre el combate Ali-Foreman de 1974 en Kinshasa.

44. El mejor gol de la historia de la Champions.

45. El blaxploitation, en general, y sus maravillosas bandas sonoras a base de funk.

46. La playa del Mónsul, en Cabo de Gata.

47. La sensación de encontrarse con alguien claramente mucho más inteligente que uno mismo.

48. El Musée Miniature et Cinema, un rincón más que mágico en medio del Vieux Lyon.

49. Todos los capítulos de "Informe Robinson", pero especialmente éste.

50. El enigma del último teorema de Fermat, y toda la historia asociada a él.

51. El Chrysler Dodge Viper, un verdadero monstruo sobre ruedas.

52. Un paseo al atardecer por Alfama y su laberinto de callejones, escaleras, desorden, rincones, placitas y fados.

53. El universo musical y perjudicialmente poco vital de José Alfredo Jiménez.

54. La primera vez de (casi) todo.

55. Sin ninguna duda: Ella.